Éstos son algunos de los elementos culturales más destacados de nuestro patrimonio.
Los Hornos de Cal [1793]
El origen de un nombre
El municipio de Quijorna está indisolublemente unido a los hornos de cal, ya que, según algunas conjeturas, su denominación podría derivar directamente del gran número de caleras que existieron en su término. Por este motivo, «qui» haría alusión a la primera sílaba de quinientos y «jorna» significaría hornos. Otros estudiosos proponen una interpretación alternativa: Quijorna sería la unión de «quejigo», un árbol abundante en la zona, y «horno».
Durante la visita a Quijorna se puede visitar un antiguo horno en muy buen estado de conservación, en la zona norte del término municipal.
El horno se encuentra junto a un camino de tierra que se desvía de la vía pecuaria, a unos 3,5 kilómetros de Quijorna. Tiene forma cilíndrica sobre el que se levanta otro casi troncocónico, algo abombado, y culmina en altura con un pequeño emboquillado de salida de gases, con una somera decoración formada por impostas de ladrillo a modo de remate final de la chimenea. El borde superior está recogido por un cerco metálico. La forma del conjunto es similar al de una botella, de ahí el nombre del horno.El cuerpo cilíndrico es de mampostería, predominando los bloques de gneis, recubiertos en su interior por una capa de arcilla blanca refractaria. El diámetro interior es de 3,70 m, mostrando los muros un espesor de 70 cm, lo que hace que el diámetro total externo supere los 5 m. Según nuestros cálculos, la altura sobrepasa los 9 m. Por el exterior se ven las huellas dejadas por 4 pletinas de hierro, cuya función era reforzar el horno, y que se supone han sido sustraídas para chatarra.En la parte inferior hay 8 puertas para airear la cámara de combustión, tres de ellas están tapadas y una es bastante más grande para favorecer el acceso de los operarios y la leña al interior, siendo sus dimensiones: 0,75 m de ancho, por 1,75 m de alto. Las puertas culminan en arcos de medio punto formando dos filas de ladrillos refractarios con el sello de ÁNGEL GONZÁLEZ, VALDEMORILLO. También hay algún refractario sin marca, probablemente elaborados “in situ”.
A 2,30 m de altura, en la parte occidental del horno, se ve una gran abertura, puerta de 0,90 m de ancho y 1,90 m de alto, que culmina en un arquete de ladrillo de 20 cm de espesor. Suponemos que por esta zona se accedía a la plaza, espacio disponible sobre una parrilla metálica, hoy desaparecida, que había por encima de los 2 m de altura, donde la pasta cerámica recibía la acción directa de la llama. La mayor altura del suelo en la zona de carga permitía la carga de forma sencilla, sin necesidad de usar escalas.
Por encima de la plaza se dispone una bóveda de ladrillo, con agujero central y sus correspondientes tiros, agujeros cilíndricos de pequeña sección. Su número es de diez junto a la pared y nueve más hacia el centro, que suponemos servirían para favorecer una combustión homogénea en todas las zonas.
La bóveda queda cubierta por el cuerpo troncocónico abombado, donde se recogen y canalizan los gases de la combustión. En esta zona aparecen cuatro pequeñas ventanillas, de sección cuadrada, cuya función desconocemos. En las proximidades del horno de botella hay un calerín y un poco más allá una vivienda en ruinas.
Iglesia Parroquial “San Juan Evangelista”
El corazón de nuestra Villa
Está situada en la Plaza de la Iglesia, en el centro del pueblo, en la zona más elevada del casco antiguo y dominando el paisaje colindante.
Son pocos los datos que poseemos sobre su origen. Posiblemente el templo se edificó aprovechando los restos de una vieja ermita. Los datos que más nos aproximan a su origen es la bóveda gótica de crucería estrellada existente en el ábside, que sigue las pautas de las levantadas en los últimos años del Quattrocento, con lo que la iglesia puede datarse entre final del siglo XV y comienzo del XVI, de estilo conocido como Herreriano. Lo que sí se puede afirmar es que trabajaron canteros del Monasterio del Escorial, según se desprende del estudio del ábside poligonal de fábrica de granito con bóveda nervada. En la planta rectangular de la Iglesia existen tres naves separadas por arquerías de medio punto que se apoyan en pilares; sobre ellas se abren pequeños vanos para iluminar la nave central, más ancha que las laterales. La torre, de tres cuerpos, se eleva a los pies del templo, en el lado del Evangelio, poniendo el necesario contrapunto vertical a la volumetría del edificio.
El mojón [1793]
Simbología de antaño
Curioso mojón que señalaba un coto Real de caza menor, situado en los jardines de bajada de la Iglesia, en la Plaza del Dr. Santos Muñoz Burón.
En la parte superior tiene grabado la corona de los reyes (en el puntero). Bajo el reinado de Carlos IV (1788-1808), se demarcó con gruesos mojones el gran «Bedado de caza menor» que la Corona tenía por estas tierras.
En la actualidad en el campo existen más piedras iguales a esta, como coto privado de caza a la vista, con la numeración más clara que la cercana a la Iglesia.
El Fortín [1936-1939]
Ecos de un pasado reciente
Los fortines o bunkers se utilizaron mucho en la Guerra Civil, a lo largo de Comunidad de Madrid podemos ver restos de estos fortines: en Quijorna, Brunete, etc… Están construidos de hormigón y camuflados para que sean difíciles de divisar y destruir.
El curioso fortín que se conserva en la carretera M-522 tiene planta en forma de cruz. Son numerosos los restos de esta época dispersos en los cerros adyacentes al casco urbano.